La obra inició en febrero de 2017, cuando el Gobernador Antonio Gali dio el banderazo de inicio y se anuncio que los trabajos de construcción tendrían una duración de ocho meses, de febrero a octubre del año pasado, pero ya lleva ocho meses de retraso y se espera que tarde mínimo dos meses más para que esta nueva vialidad entre en operaciones.

La costosa obra conecta a Teziutlán con el municipio de Chignautla y desde que inicio su construcción han afectado a miles de ciudadanos principalmente de Chignautla, que fueron despojados de sus predios bajo amenazas de los ediles Antonio Vázquez y Arturo Córdova de Teziutlán y Chignautla, respectivamente.

Viviendas inundadas, comunidades incomunicadas, casas fracturadas, falta de obras hidráulicas, puentes peatonales y vehiculares y la clausura de la obra por falta de permisos forestales, son solo algunos de los problemas que han enfrentado los habitantes por donde pasa esta vialidad, aunado a que el gobierno del estado no hizo las obras complementarias que piden para seguridad y protección de los afectados por los trabajos de construcción del Arco Sur.

Se tiene proyectado que en esta vialidad existan dos gasolineras, y a decir de habitantes de ambos municipios que fueron afectados y de los propios trabajadores de la obra, estás serán propiedad de los ediles de estos municipios, es decir de Arturo Córdova y Antonio Vázquez, lo que ha causado indignación entre la población, ya que ninguno de los dos ediles se preocupó por atender las demandas de los afectados, a pesar de que estos presidentes municipales serán beneficiados con un permiso de gasolineras en este libramiento.