MORENA ya inicio su trabajo de presión y de ejercicio del poder para su beneficio político y con la amenaza de no darles recursos públicos, los presidentes municipales electos ya están viviendo la presión de Andrés Manuel López Obrador como próximo dictador de México.
En estos momentos a todos los ediles electos ya les leyeron la cartilla, o se afilian a MORENA o no tendrán recursos públicos provenientes de la federación. La idea es que traicionen a sus respectivos partidos y los del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano dejen sola a Martha Erika en caso de que llegue a ser gobernadora, pero también para hacerla perder en caso de que se realicen elecciones extraordinarias, lo que sucederá cuando todos los ganadores ya estén en funciones como Presidentes Municipales.
Si se van a MORENA van a tener todos los recursos que soliciten, pero con la condición de que dentro de tres años sean los candidatos de AMLO quienes ganen la elección y esto lo deben garantizar los próximos ediles si es que no quieren saborear la guillotina del nuevo dictador de México.
Pero la amenaza no queda ahí, si no se doblegan al mecías sufrirán un calvario porque de todos ellos tienen expedientes, es decir, todos tienen cola que les pisen y les pueden sacar sus trapitos al sol si es que no se alinean a la nueva dictadura presidencial que presidirá AMLO.
Los ediles electos no tienen de otra más que alinearse, están contra la espada y la pared, pero saben a la perfección que lo que más les conviene es doblegarse, porque si le son fieles a Martha Erika, aunque ella sea gobernadora no tendrán recursos públicos suficientes para cumplir sus promesas de campaña, porque la panista no tendrá margen de maniobra, ya que gobernará con un congreso local en su contra dominado por MORENA y tendrá que lidiar con un presidente de la republica que trae una guerra encarnizada con su esposo el ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Los priistas que desde hace más de seis años le entregaron su amor a Rafael Moreno Valle están en la misma situación, si le son fieles a su partido, al ex gobernador y a Martha Erika, porque muchos trabajaron para que ella ganará, perderán todo, porque MORENA los va a presionar desde la Presidencia de la Republica dejándolos sin recursos públicos. Así que no tendrán de otra más que alinearse al gran mandamás Andrés Manuel López Obrador.
Los ediles estarán solos sea quien sea el gobernador de Puebla, si se queda Martha Erika o Miguel Barbosa Huerta, si es que se anula la elección y se realizan elecciones extraordinarias y estarán solos porque sus partidos no los apoyarán porque a nivel cupular ya hicieron negociaciones con AMLO y la muestra más clara de esto, es que el ex candidato presidencial del PRI José Antonio Meade se perfila para ser el próximo presidente del Banco de México a propuesta del propio Andrés Manuel López Obrador.
Otra prueba de las negociaciones cupulares y de que AMLO será el gran mandamás es que revivió a la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo Morales, que durante décadas ayudo a la decadencia de la educación en México y quien hoy regresa a la vida pública gracias a una negociación entre Enrique Peña Nieto y el presidente electo López Obrador. La maestra brindo su apoyo para que AMLO ganara y de paso logró recuperar no solo su libertad sino su vida anterior y el gran poder que tenía al ser presidenta vitalicia del sindicato más grande y poderoso no sólo de México sino de América latina, por eso la maestra dominaba a su antojo a los presidentes de México y hoy AMLO le ha devuelto todo ese poder. Esperemos que no se arrepienta de haberla revivido y reintegrado a la vida pública del país, porque Elba Esther representa lo peor del PRI y del PAN, lo que AMLO siempre ha repudiado del actual régimen político que él denominó como la mafia del poder.
Creo que lo que más les conviene a todos es someterse al nuevo régimen, que de nuevo no tendrá nada, ya que la llegada de AMLO a la Presidencia de la Republica solo se puede tomar como una ampliación de los gobiernos priistas, la única diferencia es que en lugar se der PRI ahora se llama MORENA, no hay que olvidar que AMLO era priista. Hasta la próxima.