El edil empezó por clausurar el panteón que fue vendido a familiares del ex presidente municipal Ángel Guerrero Herrera, y notifico a los propietarios que iniciará el juicio para que el terreno regrese a ser propiedad de los ciudadanos tal y como estaba destinado desde que se adquirió el predio en la administración antepasada que presidio el propio Loeza Aguilar.

El predio era de seis hectáreas, dos de las cuales se destinaron para la construcción del hospital general a un costado de la carretera federal Amozoc-Nautla y el resto era para un albergue y para construir un panteón. Al llegar al poder el panista Ángel Guerrero Herrera, vendió el predio a familiares de su esposa la actual diputada local Nancy Jiménez Morales, quien en ese entonces era la presidenta del DIF municipal, cayendo en un conflicto de intereses.

En el predio los familiares de la diputada y del ex edil, construyeron un panteón privado denominado “Valle de la Sierra” con más de seis mil espacios para sepultar y que fue vendido por el ayuntamiento a través de la autorización del cabildo en un millón 800 mil pesos cuando el costo real era de más de cuatro millones de pesos.

Al llegar al poder Porfirio Loeza Aguilar, anuncio que iniciaría los trámites para recuperar el terreno y el panteón para la comunidad, por lo que clausuro el panteón que tiene una vida útil de más de 50 años, para dar paso al juicio de nulidad de esa venta ilegal del predio y anuncio que a los dueños del panteón les pagarán lo que han invertido y el pago que realizaron por la compra del predio.

Dijo que este es un negocio millonario a costillas del pueblo que no va a permitir y que ya se están realizando los trámites legales para poder recuperar el predio que originalmente era destinado para el cementerio municipal y que de manera ilegal y mañosa el ex edil Ángel Guerrero Herrera vendió a sus familiares a un costo muy bajo a su precio real.

Explico que el terreno fue adquirido durante su segundo mandato y que el terreno constada de seis hectáreas, dos de las cuales fueron destinadas a la construcción del hospital general y las cuatro restantes para un albergue y para un panteón, pero al llegar al poder Ángel Guerrero hizo un negocio familiar y afecto a miles de ciudadanos que ya no tiene espacio para enterrar a sus difuntos en el panteón municipal, que ya esa saturado, por lo que dieron inicio a este proceso del juicio de nulidad.