La nueva normalidad en este inicio de clases será mucho más complicada que el estado de la emergencia que vivimos desde el pasado 20 de marzo, en que todos debimos de resguardarnos en casa y retomamos nuestras actividades con muchas restricciones, hoy se complicará aun más porque ahora todo el país esta prácticamente en semáforo rojo y naranja y con un gobierno que nomas no da una en poder hacer frente a esta pandemia.

Ni un solo estado inicia clases de manera presencial, todo será por a distancia y con muchas limitantes porque no todos tenemos acceso a internet para poder cumplir con este nuevo reto. Es decir que ningún estado está en color verde.

Por consiguiente al iniciar el ciclo escolar a distancia, la economía seguirá deteriorándose aun más, golpeando a varios sectores de por si lastimados como el del transporte público y papelerías principalmente, pero súmele que las tienditas de la esquina donde todos los niños compraban sus dulces, juguetes o útiles escolares ya no tendrán este ingreso así como los negocios de confección y venta de uniformes entre muchos otros que tienen vida cuando la gente anda en la calle y compra todo lo que necesita de manera diaria, ya que ahora lo que compramos únicamente es lo esencial y lo necesario sin hacer gastos extras porque el dinero lo tenemos limitado y se prevé que la situación empeore un poco más.

La terrible situación que vivimos en México es gracias a la ineptidud de las autoridades federales que no lograron no solo contener la pandemia, sino que de manera irresponsable ha sido el propio presidente de México quien nos ha expuesto al virus, ya que él promueve que no se use el cubrebocas, cuando es una medida esencial para evitar los contagios, ya ni hablamos de que no han logrado brindar los apoyos necesarios a los mexicanos que nos hemos quedado a nuestra suerte durante esta pandemia.

Los más de 60 mil muertos es solo una cifra oficial, y esta podría ser de más de cien mil o hasta 200 mil muertos, porque el propio gobierno dijo al inicio de esta pandemia que los contagios y decesos contabilizados de manera oficial se deberían de multiplicar por ocho es decir que de acuerdo a esto, los 60 mil muertos, en realidad son cerca de medio millón.

Nuestra única esperanza es que encuentren pronto una cura o una vacuna y la empiecen a distribuir de manera inmediata, porque de lo contrario esta pandemia nos acabará a todos. Hasta la próxima.