Sin ningún sentido social, Loeza Aguilar en plena pandemia les dio un fuerte golpe al bolsillo de todos los comerciantes, ya que incrementó los impuestos en más de un 300 por ciento a los locatarios del mercado municipal. Y es que la semana pasada platiqué con algunos de ellos y de 500 pesos que pagaban, desde el año pasado se los incremento a cerca de dos mil pesos lo que fue un duro golpe, porque se los aplicó por sus pistolas, sin consenso alguno, argumentando únicamente que al ser un pueblo mágico hay más visitantes y según su lógica hay más venta para todos y por eso, según Porfirio Loeza los comerciantes deben pagar más impuestos porque su lógica dice que los comerciantes se están volviendo ricos y eso el lo debe de aprovechar.

Porfirio Loeza quería subir el cobro de 500 a 3 mil 500 pesos, pero se tentó el corazón y se los dejó en poco menos de dos mil pesos, tan generoso que resultó este dictador.

Hay que recordar que la mayoría de los municipios implementaron acciones para apoyar al comercio durante la pandemia condonando impuestos, otorgando créditos y algunos otros apoyos, pero Porfirio Loeza prefirió enterrarle los dientes para afectarlos y sumirlos más en su desesperación por la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

Pero eso no fue todo, los locatarios del mercado municipal no pagaban por el servicio de agua potable y en plena pandemia Loeza Aguilar les empezó a cobrar el agua y por si fuera poco también les empezó a cobrar el servicio de sanitarios, lo que antes tenían de forma gratuita los cerca de 200 comerciantes de este centro de abasto.

La ambición del Porfirio Díaz de Tlatlauquitepec es desmedida, ahora ya está por implantar un nuevo impuesto que nunca antes se a cobrado en este municipio y es que dentro del mercado quien tenga un anuncio con el nombre de su negocio tendrá que pagar, ¿Cómo lo ven? Así o más avaro.

Sin empatía alguna con los comerciantes establecidos, ambulantes, locatarios y tianguistas, Porfirio Loeza aplica el año de Hidalgo o más bien el trienio de Hidalgo para recabar dinero para satisfacer su ego político y económico y de esta manera seguir viviendo a costillas del pueblo, ya que ahora su sueño dorado que el ya denomina “Arre 24” es convertirse en diputado local y así seguir siendo el verdugo de Tlatlauquitepec.

Su única finalidad es chingar al pueblo, porque no se preocupa por darles servicios básicos de calidad ni mucho menos seguridad, ya que hace dos semanas en el mercado asaltaron a una mujer que acudió realizar sus comprar pero antes pasó al banco a realizar un retiro y le robaron 25 mil pesos sin que se apareciera algún policía y eso que el mercado está a menos de dos cuadras del palacio municipal que está muy bien resguardado por policías y agentes viales.

La arrogancia de Porfirio Loeza es tal que a los comerciantes les dice “indios muertos de hambre” y este calificativo se los da cuando los locatarios y demás comerciantes acuden al palacio municipal a solicitan audiencias y obvió no los recibe, porque lo único que le interesa es lucrar con ellos, tal y como lo está haciendo también con los comerciantes ambulantes, pero esa es otra historia que les contaré en una próxima entrega.

Sabemos que la crisis por la pandemia del Coronavirus aún no termina y creo que los ciudadanos no deben permitir este tipo de abusos y mucho menos de un político que va a cumplir doce años en el poder, ya que Porfirio Loeza ha sido presidente municipal en cuatro ocasiones y en esta cuarta ocasión está mostrando ser inhumano, ambicioso y codicioso que no tiene empatía alguna con los ciudadanos más necesitados. Ojalá que alguien le ponga un alto a sus abusos de poder. Hasta la próxima.