Pese a que Morena realizó largos y tediosos procesos internos para designar candidatos a través de encuestas de reconocimiento y registros abiertos, algunos miembros expresan su desacuerdo llamando a boicotear y no votar por los candidatos designados por la dirigencia. En respuesta la dirección del partido minimizó la situación y afirma que respeta a los militantes de Morena y su trayectoria, pero también buscan ganar.

Este choque de posturas revela una brecha interna en Morena, donde la búsqueda de la victoria electoral se contrapone con la necesidad de mantener la cohesión interna y respetar los principios originales del partido. La incorporación de figuras políticas de otros partidos ha desencadenado un debate interno sobre la identidad y la línea ideológica del partido. En este contexto, la resolución de la crisis dependerá de la capacidad del partido para encontrar un equilibrio entre sus objetivos electorales y la preservación de la unidad interna.

Esta crisis también la vive el PRI que se quedó sin bancada en el Congreso del Estado de Puebla al renunciar 5 legisladores dirigidos por Jorge Estefan Chidiac acusando que los principios de su partido se ven mermados ya que los integrantes de “Mejor Rumbo para Puebla” se han vuelto comparsas del PAN al cual se le asignaron las candidaturas a la alcaldía y gubernatura de Puebla por lo que renunciaron en bloque los legisladores priistas que han recibido ofrecimientos por parte de Morena y del candidato a gobernador Alejandro Armenta Mier para renunciar a su partido a cambio de candidaturas y otros cargos en el próximo gobierno.