La semana pasada Antonio Manzo Garrido, quien era Director de Seguridad Pública Municipal en Teziutlán, fue dado de baja por aparentes actos de corrupción, aunque la versión oficial es que no dio el ancho para estar al frente de la Policía Municipal y al no tener liderazgo, le tuvieron que dar las gracias y el puesto está vacante.

Esta noticia dio mucho de qué hablar, sobre todo por la pesadilla que acaba de terminar de cuatro años y ocho meses del anterior gobierno que el pan nuestro de cada día era la corrupción, permitida por el propio ex edil, quien aprobó que la delincuencia y el crimen organizado se apoderara de la Perla de la Sierra.

La orden de destituir a este funcionario fue inmediata por parte del Presidente Municipal Carlos Peredo, ya que el área de seguridad pública es muy delicada y más por como la dejó el anterior gobierno, sumida en la complicidad con los delincuentes y limpiarla costará mucho tiempo, dinero y esfuerzo.

No hay duda que los policías actuaron durante el gobierno de Toño Vázquez como si fueran cómplices de los delincuentes. Pero despedir a todos ellos cuesta mucho dinero, dinero que no tiene el actual ayuntamiento y por eso deben tener a jefes que los traigan marcando el paso para enderezarlos y regresarlos al camino del servicio a la sociedad y no al de la delincuencia.

Con la destitución de Antonio Manzo Garrido, Carlos Peredo les mando un mensaje claro a todos los funcionarios y trabajadores del ayuntamiento de Teziutlán, de que no va a permitir abusos durante su gobierno y que la palabra corrupción e ineficiencia están completamente descartadas en la actual administración.

Dice un dicho “Si las barbas de tu vecino ves cortar, pon las tuyas a remojar” y eso lo deben analizar muy bien todos los que forman parte del nuevo gobierno, y el mensaje es para todos, trabajadores, funcionarios, directores y hasta regidores, la regla es pareja, el tiempo de los abusos, excesos, ineficiencia y corrupción se acabaron.

Sufrimos durante el gobierno del PAN en Teziutlán con Antonio Vázquez, de secuestros, robos, asaltos, extorciones, asesinatos, balaceras y todo un menú de actos delictivos permitidos por la autoridad. Si el actual edil permite falta de liderazgo y corrupción en la Policía Municipal, estaría pecando de inocente, por los antecedentes ya mencionados, así que su decisión de destituir a un mal funcionario es buena y el pueblo la aplaude.

Hasta el momento el panorama ha cambiado con el nuevo gobierno, se está arreglando el desmadre que dejó el anterior presidente y en mi personal punto de vista y el de muchos ciudadanos es que aún falta mejorar el servicio de recolección de basura. Fuera de ello las demás áreas van trabajando de manera normal, pero ya veremos con el caminar de las semanas, porque esta administración apenas lleva 15 días en el gobierno. Hasta la próxima.