Una mujer acudió a comprar un regalo para el Día de las Madres, eligió un producto de belleza que tenía el precio de 158 pesos, además adquirió otras mercancías. A la hora de pagar en caja, el producto etiquetado en 158 pesos se lo cobraron en 215 pesos, es decir con un incremento del 36.07 por ciento.

Al reclamarle a la cajera, la clienta fue enviada a atención al cliente, la encargada fue a corroborar el precio y de regreso le dijo que el precio era el correcto y que no le devolverían la diferencia que eran 57 pesos.

El argumento que dieron es que los clientes cambian las etiquetas o los mismos empleados se equivocan al marcar los precios, pero que el costo real es el que se cobra al momento de pasar a cajas.

Los empleados de “La campeona de los precios bajos” al verificar el etiquetado del producto de belleza el costo que tenía era de 158 pesos y solo procedieron a cambiar la etiqueta por una de 215 pesos.

Finalmente la empleada de Bodega Aurrera solo dio la opción de que la clienta cambiara su producto de 158 a otro de 215 pesos, es decir dejar ese producto y buscar en toda la tienda cualquier otro producto diferente al que quería, lo que fue rechazado por la clienta.

Al percatarse de que le estaban cobrando de mas, la clienta envió a su hija a tomar una foto al precio del producto y tras el reclamo y no regresarle lo que le cobraron de más volvió a entrar a la tienda y se percato que ya le habían cambiado el precio a 215. Consideró que este es un abuso en contra de la ciudadanía, ya que afectan la economía de las familias teziutecas y más en estos momentos en que todos están acudiendo a adquirir regalos para celebrar el Día de las Madres.