Hay muchos que aprovechan las redes sociales para presumir y restregarle al pueblo sus bonanzas en momentos críticos tanto sociales como económicos en los que hacemos de tripas corazón para salir adelante ante la adversidad que tenemos enfrente producto de la pandemia del Covid 19.

A nivel nacional hemos visto los excesos de los funcionarios y políticos que muestran sin pudor alguno sus buenas comidas, viajes, lujos, autos y otras cosas a las que la gran mayoría de la población no tiene acceso y que al hacerlas públicas representan una burla en tiempos complicados. Algo que ha tratado de combatir el gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador quien ha pedido austeridad no sólo en el gobierno sino a los políticos y ricos para que se midan y no excedan mostrando su abundancia, es decir que escondan lo fifí y más ahora que la población enfrenta una situación difícil producto de la pandemia.

Esto le ha costado hacerlo principalmente a los políticos y funcionarios que les cuesta trabajo ocultar su fortuna y de una u otra manera caen en los excesos y abusos de sus riquezas que son una cachetada al pueblo de México.

En Puebla hemos tenido muchos casos de políticos y funcionarios que presumen su estatus social, mismo que no coincide con su modo de vivir, es decir no coincide con sus ingresos y hay una distancia abismal entre sus ingresos y sus gastos.

Uno de los casos más sonados no sólo de la actualidad sino desde hace años es el de la doctora Corona Salazar que de la noche a la mañana cambió radicalmente su modus vivendi una vez que entró a la política, ya que de tener un modo modesto de vida en su natal Xiutetelco luego de ser presidenta municipal de aquel lugar y luego como diputada local por el distrito de Teziutlán, su modo de vida dio un giro de 180 grados porque de manera automática ingresó a las filas de la alta sociedad de la Perla de la Sierra a grado tal que renegó de sus orígenes indígenas de Xiutetelco y se declaró cien por ciento teziuteca, por lo que se construyó su residencia que todos calificaron como su casa blanca en alusión a la mansión de la entonces primera dama del país Angélica Rivera que fue un escándalo, ya que su casa blanca fue producto de actos de corrupción.

Pues tras ser exhibida por su casa blanca en la zona residencial más exclusiva de Teziutlán, Corona Salazar dijo que era producto de su carrera como profesional de la salud, lo cierto es que la construyó tras ser presidenta de Xiutetelco y tras este escándalo salieron a relucir infinidad de propiedades como terrenos, casas y departamentos en Teziutlán, Xiutetelco y en la capital de Puebla con valor de más de 40 millones de pesos que logró amasar en poco más de tres años, tras dejar la alcaldía de Xiutetelco, cargo que le heredó a uno de sus cuñados.

Suponiendo que ganará como presidenta de Xiutetelco 30 mil pesos mensuales durante tres años más su sueldo de diputada local, su ganancia neta no rebasaría de los tres millones de pesos incluyendo algunos otros ingresos tal vez con los de su profesión como médico, sin duda por más cuentas que le hagamos los números no cuadran, pero ya tenemos una rica más que en Teziutlán gracias a su ingreso a la política. Es decir esto lo logró a costillas del pueblo.

Del caso de Antonio Vázquez, quien al igual que Corona Salazar fue diputado y presidente municipal de Teziutlán podemos decir exactamente lo mismo, ya que tras ser funcionario público se hizo de un hotel de lujo de más de 30 millones de pesos y actualmente es dueño de infinidad de gasolineras en Puebla y Veracruz, es realmente rico, y todo esto lo hizo exactamente igual que Corona Salazar siendo funcionario público, ambos como presidente y diputados locales.

Esos son los casos más escandalosos. Pero hay uno en especial que llama mucho la atención, el del Director de Obras Públicas del ayuntamiento de Teziutlán, José Luis Cervantes Gasca, quien recientemente ha sido blanco del escrutinio público. Ya que si bien tiene un buen puesto, también es cierto que sus ingresos como funcionario municipal no coinciden con su modo de vida, y es que en redes sociales no tiene empacho en mostrar los lujos que se da, presumiendo motos de lujo que cuestan más de 300 mil pesos y hasta bicicletas con un valor de más de cien mil pesos, ¿Cuál austeridad? Si bien todos tenemos la posibilidad de progresar dijera Andrés Manuel López Obrador debemos ser reservados y no caer en los excesos y más ahora que la 4T esta encima de todos aquellos que de la noche a la mañana cambian de forma de vida de manera radical.

Y es que este funcionario en el gobierno de Carlos Peredo en Teziutlán no ha tenido empacho en mostrar su cambio de vida, de un chairo al de un fifí, ya que de vivir pagando renta en el municipio de Chignautla ahora tiene su domicilio en una de las zonas más exclusivas de Teziutlán donde un departamento rebasa el millón de pesos y el de una casa cuesta cerca de tres millones de pesos.

Y es que José Luis Cervantes Gasca se exhibió y se puso en el ojo del Huracán luego de que el pasado 17 de septiembre de manera prepotentes y ventajosa abuso de su poder gritándole con un lenguaje florido y retando a golpes a trabajadores del transporte materialista cuando se manifestaron en la obra vial del “Arco Unión” en Atoluca donde este funcionario se puso en la línea de tiro y al escrutinio público tras exhibirse él mismo como un mal funcionario.

Tras estos hechos, la cloaca se destapó y lo que más destaca no sólo es su incompetencia, sino su actuar prepotente y por supuesto la calidad de vida que no tiene empacho en exhibir en redes sociales que sin duda son una cachetada al pueblo, ya que su cambio de vida no sólo incluye que ande presumiendo lo que ha hecho tras ostentar cargos públicos, sino que a sus motos y bicicletas de lujo le debemos agregar que ha iniciado una colección de autos antiguos.

Luego de su debut agrediendo a los transportistas, abusando de su poder como director de obras públicas han salido muchas cosas a relucir, como el hecho que de manera ilegal contrata a su propia empresa para prestar servicios al ayuntamiento de Teziutlán, lo que es un abuso de autoridad, pero de sus pipas de agua les hablaré en otra entrega.

Y ante este escenario surge la pregunta, ¿cuántos más funcionarios se han enriquecido a costillas del pueblo de Teziutlán en las dos últimas administraciones? ¿Ya vieron que las redes sociales son un arma de doble filo? Hasta la próxima.