El informe revela que José Chedraui, alcalde de Puebla capital por Morena, es el mejor pagado con un salario de 175 mil pesos, seguido de Karla Martínez Gallegos de Teziutlán, con 111 mil pesos. Incluso en municipios con serias carencias como Cuautlancingo y Amozoc, los ediles perciben sueldos superiores a los 70 mil pesos y la justificación de que estos salarios están ligados a la densidad poblacional de los municipios no es suficiente cuando en muchos casos la inversión en obras públicas y programas sociales sigue siendo limitada o ineficiente.

Cabe señalar que todos los alcaldes de esta lista son de Morena y sus aliados, a excepción de Guadalupe Cuautle de San Andrés Cholula que es del Partido Acción Nacional (PAN) y goza del tercer mejor sueldo pues gana 92 mil 199. Mientras que Omar Alberto Muñoz Alfaro de Cuautlancingo gana 77 mil 914, Jose´ Severiano de la Rosa Romero de Amozoc 77 mil 733 pesos, Tonantzin Ferna´ndez Di´az de San Pedro Cholula gana 70 mil 359, Juan Manuel Alonso de San Marti´n Texmelucan del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) gana 67 mil 546, Alejandro Barroso Cha´vez de Tehuaca´n 60 mil 772 al igual que sus regidores ya que tras tomar su cargo redució su sueldo, Rogelio López Angulo de Huauchinango quien llegó al poder por Morena y Nueva Alianza gana 58 mil 923 y Ariadna Ayala de Atlixco del Partido del Trabajo tiene un salario bruto mensual de 44 mil pesos.

El contraste entre los altos salarios y las condiciones de estos municipios ha generado indignación, ya que mientras los alcaldes aseguran recibir un sueldo acorde con la responsabilidad de sus cargos, las quejas ciudadanas sobre baches, falta de agua potable, inseguridad y deficiente alumbrado público son constantes y esto demuestra que, en lugar de priorizar la administración eficiente de los recursos, algunos gobiernos locales han optado por garantizar primero su bienestar económico.

Los cuestionamientos también alcanzan a los partidos políticos, especialmente a Morena y sus aliados, que han impulsado discursos de austeridad y apoyo a la población, sin embargo, sus alcaldes se encuentran entre los mejor pagados del estado, sin que esto se refleje en mejores condiciones de vida para los ciudadanos. 

El informe de Igavim deja en evidencia que la gestión municipal sigue estando marcada por la desigualdad entre las prioridades de las autoridades y las necesidades reales de la población y mientras no se implementen medidas efectivas de transparencia y rendición de cuentas, la ciudadanía seguirá viendo cómo sus impuestos se destinan primero a sueldos elevados y no a resolver los problemas que afectan su día a día.