Los manifestantes aseguran que la directora interina intentó violentar sus derechos laborales pese a que pertenecen formalmente al Sindicato Nacional de Educación Superior (SNES), al cual ingresaron como sección. Señalan que el conflicto se originó por los abusos que venía cometiendo por lo que tuvieron que organizarse en un sindicato para defender sus derechos lo que generó que se negaba a reconocerlos también como parte de un gremio nacional, es decir que la encargada de despacho del tec de Teziutlán no los reconoce como sindicalizados. Según los docentes, el trasfondo del problema es un “capricho” de Roldán Arellano por retener y manejar los recursos a su antojo generando deficiencias en su tarea académica por falta de apoyos, lo que ya afecta proyectos académicos, actividades de investigación y hasta viajes internacionales autorizados para los estudiantes.

La molestia también se alimenta de su falta de perfil para encabezar una institución que está entre las de mayor nivel académico en el estado y en el país y los catedráticos se respaldan de que ni siquiera es directora formal, sino encargada del despacho, y que no cumple con los requisitos mínimos pues carece de experiencia docente, no tiene cinco años de trayectoria académica, como exige la normatividad, y tampoco cuenta con una maestría y para los profesores y esta falta de preparación se refleja en decisiones administrativas erráticas y en un ambiente laboral que se volvió insostenible.

Además de los recortes y presiones, los docentes aseguran que hay decisiones que apuntan a un manejo irregular de los millonarios recursos estatales y federales que recibe el Tecnológico, uno de los más grandes del estado y con una plantilla amplia de catedráticos, alumnos y trabajadores. En su manifestación del martes expusieron acusaciones por desvío de presupuesto, nepotismo, abuso de autoridad, discriminación y favoritismos, como la entrega de la cafetería a proveedores externos en lugar de apoyar al café “5 de Mayo” del gobierno estatal. También señalaron al secretario privado de la directiva, Enrique Bandala, por presuntas agresiones y violencia de género.

Todo esto ha derivado en una caída en el nivel académico que antes posicionaba al ITST entre los mejores tecnológicos del país. La permanencia de Aranxa Roldán ya está en duda, pues las quejas ya llegaron a la Secretaría de Educación del estado y al propio gobernar Alejandro Armenta y exigen una revisión profunda del uso del presupuesto y de las prácticas administrativas. Por ahora, la carta compromiso que firmó es vista como el primer reconocimiento oficial de que las irregularidades existen y como un freno momentáneo a los abusos que señalan, sin embargo, el conflicto no se considera cerrado y la presión docente continúa porque, aseguran, el daño a la institución y su imagen ya es evidente.