Mientras la Claudia en su mensaje afirmaba que su gobierno no está involucrado con la delincuencia y el crimen organizado, en Michoacán un coche bomba decía todo lo contrario y dejaba a seis personas muertas y varios heridos tras la explosión de una camioneta frente a la comandancia de la policía de Coahuayana a un costado de Palacio de Gobierno. Un claro mensaje no para el narco-gobierno de Sheinbaum, AMLO y Morena, sino para el pueblo de México de que ahí están y que no se van a ir, porque la Claudia sabe de su presencia, sabe de los vínculos de su amo y señor y de sus hijos y sus amigos con los delincuentes y por eso no los persigue, no los castiga y se hace que en el país no pasa nada malo porque así se lo ordenó quien la impuso en el poder y no le queda de otra que obedecer.

Prácticamente al mismo tiempo en que Morena celebraba su séptimo aniversario en el poder, la delincuencia y el crimen organizado daba muestras de su poder, de su injerencia en el país y una burla no para el gobierno sino para los mexicanos de que nada ni nadie les hará algo y que las cosas en el país van a empeorar porque así es como Morena gobierna, del brazo de la delincuencia y el crimen organizado, por eso así se denomina al gobierno de AMLO y Sheinbaum, narco-gobierno, así de fácil, así de sencillo.

La presirvienta como todos le dicen a la Sheinbaum se ocupa y se preocupa en trivialidades, que si los de la derecha están detrás de las marchas de los jóvenes para exigir justicia, que si están detrás de los transportistas y productores que cerraron carreteras para exigir seguridad que si los conservadores pagan para que las redes sociales se llenen de comentarios en contra de su gobierno y abre investigaciones por todos los ataques y movimientos que hay en contra de su inepto y corrupto gobierno, pero no hace absolutamente nada por dar soluciones, porque no solo no resuelve la inseguridad, no hace nada para que el país avance, se burla de los mexicanos con sus farmacias del bienestar que parecen puestos callejeros y hace todo por tapar el fracaso de gobierno de su antecesor, quien le abrió las puertas de par en par a la delincuencia y el crimen organizado y nos dejó un país lleno de inseguridad, violencia y corruptos y a la Sheinbaum no le queda de otra que tapar toda la podredumbre que el mesías le heredó. 

El pasado sábado México vivió prácticamente al mismo tiempo, como dije al inicio de esta columna, paradójicamente, dos celebraciones una la del narco-gobierno en la capital del país que le da al pueblo pan y circo y otra de los 7 años de la delincuencia y el crimen organizado que nos recordaron la triste realidad que nos dejó el mesías y que cada día demuestra que tiene más poder y control sobre nosotros y sobre el gobierno de Morena. ¡Hasta la próxima!