Cursa el primer año de educación primaria en su tierra natal, pero al ver sus padres que la educación era deficiente, deciden enviarlo a continuar sus estudios a Teziutlán, inscribiéndose en segundo año en la escuela Primaria Manuel Ávila Castillo, en donde se desempeña como un excelente alumno. Siendo maestro de Educación Física el profesor Anastasio Sosa Carreón, descubre cualidades deportivas en Aurelio, en el baloncesto y en el Vóley bol, y lo incorpora al equipo infantil de la escuela, destacándose como un formidable basquetbolista, lo que se manifiesta en su rapidez al correr, el desprenderse del balón, así como la forma de esquivar al rival, e iniciar el ataque hacia la canasta. Esa rapidez y efectividad que imprimía a cada una de las jugadas sirvió para ser considerado el número uno del equipo, pues lograba rematar consiguiendo encestes perfectos en la canasta.

Al terminar su primaria, continua estudiando la secundaria en el Centro Escolar “Presidente Manuel Avila Camacho”, en donde ya era reconocido por sus habilidades deportivas, pasando a formar parte del equipo del CEPMAC, en donde aprende nuevas técnicas al mando del Profesor Américo Rodríguez, quien antes de llegar a ser maestro de Educación Física, había jugado con el equipo “Dorados” de Chihuahua, en la Liga Mexicana Profesional de Básquetbol, quien mejora el estilo de Aurelio, lo que le hace llegar a formar parte de la Selección del Centro Escolar, llegando a destacar entre sus compañeros.

Año con año se llevaban a cabo a nivel estatal, los Juegos Inter Centros Escolares, donde Teziutlán tiene la fortuna de obtener el título en dichos juegos en el año de 1959, en donde “El güero”, en compañía de jugadores de la talla de Generoso González, Omar Guzmán, Eduardo Ardavín y muchos otros que escapan a mi memoria, que formaron parte de ese grupo selecto de basquetbolistas.

Todo esto sirvió para que Aurelio fuera nominado como “El Deportista del año”, haciéndose acreedor al anillo al “Mérito Deportivo”, que año con año se entregaba en las Ceremonias de graduación.

Al terminar sus estudios, decide regresar a su tierra natal, en donde alterna la agricultura y la ganadería, con su guitarra que lo acompaña a todos lados, e integrándose al trio que comanda Mayolo Valera, otro destacado basquetbolista.

Ahora la bohemia forma parte ocasional de su vida, sin descuidar el deporte que disfrutó y dominó, pues todavía forma parte de la selección de la tercera edad, y que ha realizado un excelente papel en Campeonatos Nacionales de Veteranos.

Por ese anhelo de superación deportiva, por el coraje que imprimía en cada una de sus jugadas, por la rapidez para realizar sus jugadas y deshacerse del enemigo y concretar con el enceste, Aurelio “El Güero” Barreda, ya es un INMORTAL DEL DEPORTE TEZIUTECO.