Tras el asesinato de Adriana "C", trabajadora del ayuntamiento a plena luz del día, el primer alcalde independiente de Uruapan ordenó públicamente a la policía municipal usar fuerza letal contra delincuentes armados. En una transmisión en vivo, manifestó su postura radical “Si ven que están disparando, hay que abatirlos; si están agrediendo a la ciudadanía, hay que abatirlos” declaración que desató controversia.

El alcalde también se pronunció abiertamente en contra de la política federal de “abrazos, no balazos”, al considerar que esta estrategia es insuficiente para enfrentar a los grupos criminales que, según él, actúan sin contemplaciones. Solicitó a la presidenta Claudia Sheinbaum el envío del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para fortalecer la respuesta en Uruapan, "si ella cree que va a detener a los delincuentes sin ningún disparo y se van a entregar, que lo haga, que mande al secretario Harfuch a limpiar todos los cerros, a los grupos que están matando y extorsionando, que están matando niños y créanme si ella lo logra lo más pronto posible yo presento mi renuncia, mi separación del cargo".

En respuesta, la presidenta Sheinbaum expresó que su administración no tolerará actos de violencia ni omisión por parte de los gobiernos locales y reiteró su compromiso de reforzar la seguridad en las regiones afectadas por el crimen organizado. Defendió la estrategia de su gobierno argumentando que se basa en una combinación de inteligencia, presencia territorial y atención a las causas de la violencia. Sin embargo, la presión sobre su administración ha crecido, especialmente tras el llamado del edil michoacano.

Pese a críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos y analistas en seguridad, este enfoque ha sido aplaudido en todo México por lo que el alcalde es comparado con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, conocido por su política de mano dura contra las pandillas. Sin embargo, al igual que Bukele, Manzo Rodríguez enfrenta acusaciones por posibles violaciones a los derechos humanos y por el riesgo de que su estrategia derive en abusos de autoridad.

Hay tensiones entre gobiernos municipales y la Federación ante la creciente violencia en México y mientras Carlos Manzo implementa medidas locales para frenar la inseguridad, como el aumento salarial a policías, la eliminación de pasamontañas y la depuración de cuerpos de seguridad, la ciudadanía en todo el país está pendiente del rumbo que tomará este enfrentamiento entre el “Bukele mexicano” y el gobierno federal.