Por tal motivo, desde muy pequeño tuvo que trabajar para ayudar a la familia, vendiendo leña, la cual repartía a las panaderías, a las personas que elaboraban tortillas, a los hogares que tenían horno, en esa época eran famosos los baños de vapor (el famoso baño ruso), que contaba con un silbato que diariamente pitaba a las 7 de la mañana y a la 1 de la tarde, marcando la entrada y salida del trabajo, el cual se oía en todo Teziutlán, y Cándido era el encargado de surtirlos de leña. Eso motivó, que no acudiera a la escuela como todo niño, sabiendo que faltaba el dinero en su hogar.
A los 13 años, emigra a la ciudad de Orizaba, a trabajar a la Cervecería Moctezuma, en donde tiene su primer contacto con el deporte de su vida: El Béisbol, el cual le agradó desde el primer momento.
Busca entre sus compañeros quien pueda ayudarlo a ingresar a un equipo logrando ser aceptado, iniciando como suplente, hasta que llega la ansiada oportunidad al lastimarse el receptor titular, lo que desempeña con mucha habilidad, reconociéndole sus facultades, por lo que los dirigentes del equipo, perfeccionan su estilo, convirtiéndose en un receptor de primera línea.
A los 21 años regresa a su hogar, en donde busca una oportunidad para jugar en un equipo teziuteco, siendo incorporado inmediatamente al equipo Teziutlán, que dirigía el inolvidable amigo Rafael García, en donde demuestra sus habilidades por lo que logra consolidarse como un cátcher con mucho poder al bat.
Posteriormente pasa al equipo Pericos de Vistahermosa, en donde como siempre, como en su primer oficio, reparte leñazos a los pitcher contrarios, imprimiendo en todas sus jugadas la garra que lo caracterizó.
Ingreso poco después al equipo Cafeteros de INMECAFE, ya que trabaja en el Beneficio de café del Sr. Miguel Barrientos.
Vuelve a cambiar de equipo ahora al Superior, con quien visitan al equipo Los Pescados, una población cercana a Perote, ganando el Superior con un batazo que conecta teniendo la casa llena, dejando al equipo local en el terreno.
Antes de retirarse del Rey de los Deportes, todavía milita con el equipo Minera Autlán.
Actualmente convalece de una afección cardiaca, habiéndole practicado un cateterismo hace 15 días.
Por el espíritu deportivo que le caracterizó y por el coraje que imprimía a cada una de sus jugadas, llegando a estar en contacto con peloteros de la talla de Ángel Millares, Tomás Casablanca, etc. y que no se achicaba aunque fueran peloteros que habían jugado en la Liga Invernal Veracruzana, pasa a formar parte de la galería de los INMORTALES DEL DEPORTE TEZIUTECO.