Se trata de los familiares de Pedro Zamites, un hombre de 81 años que fue reportado como desaparecido luego de salir de su casa en la comunidad de Coapech el pasado 25 de Abril. Durante dos semanas, sus familiares no recibieron apoyo efectivo por parte de las autoridades locales ni de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, por lo que ante la falta de acción, vecinos y habitantes de otras comunidades se organizaron y el 7 Mayo integraron una brigada de búsqueda localizandolo ese mismo día desafortunadamente sin vida.

Pese a la solidaridad comunitaria, la reacción de la FGE ha dejado perplejos a muchos pues en lugar de ofrecer respuestas claras o una investigación transparente, la familia denunció que se les pidió no compartir detalles sobre cómo y dónde fue hallado el hombre de la tercera edad quien padecía ceguera, ni mucho menos confirmar públicamente que falleció, petición que ha sido interpretada por la familia como un intento de silenciar el caso, lo cual consideran incoherente y ofensivo, especialmente cuando es costumbre velar públicamente a los difuntos y rendirles homenaje con rezos y ceremonias comunitarias.

El ayuntamiento de Cuetzalan, encabezado por Óscar Paula Cruz, difundió un breve comunicado señalando que el adulto mayor murió por causas naturales, sin proporcionar mayores explicaciones o resultados de algún peritaje y la falta de transparencia, sumada a la presión que sienten los familiares, ha generado preocupación, ya que temen que este caso sea minimizado.

Lo ocurrido ha encendido una vez más el debate sobre la falta de atención institucional en casos de desapariciones, sobre todo en comunidades indígenas y rurales como las que integran el municipio de Cuetzalan, ya que la familia de Pedro Zamites, que solo buscaba respuestas sobre su familiar, ahora enfrenta un nuevo dolor que es el miedo a hablar.